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miércoles, 23 de abril de 2014

El universo cuida de todas sus criaturas.

La frase que aparece en el título la saqué de un libro que leí en el verano, que me encantó. Como siempre no lo terminé (siempre dejo el último capítulo, y no porque sea algún afán que tenga, ni lo hago conscientemente, pero nunca termino, en fin…).

El chico del libro se llamaba August, y tenía malformaciones en su rostro, por mero azar genético. Ese tipo de enfermedades de genes recesivos, que le pasan a uno entre un millón. Bueno, él tenía eso. Y claramente, como no es un rostro muy “agradable” a la vista, la gente se le quedaba mirando, hacía gestos o decía cosas, arrancaba, etc. Claramente para un niño no es fácil vivir así, tampoco lo es para su familia, amigos, cercanos. Dejó de ir a la escuela y retomó para quinto año. Allí conoció a personas, hizo amistades, maduró, aprendió a quererse como era. Y al final, fue un final feliz. Pero él no llevaba siempre el rostro descubierto. Cuando tenía 6 años la mejor amiga de su hermana le regaló un casco de astronauta, que él usaba en cada oportunidad, iba a todos lados con él puesto. Halloween era precisamente una de sus fechas favoritas del año, pues allí podía cubrirse y ser tratado como una más, como alguien “normal”, y eso yo lo asimilo con nosotros. Si bien está este “cubrimiento” material, físico, que por razones obvias gente con problemas similares lo hace, también están las máscaras “mentales”.
Somos seres con caretas. Aparentamos o pretendemos ser más de lo que somos, o algo diferente. Y ¿por qué? Porque nosotros así lo queremos, la sociedad lo impone, etc… En realidad es una mezcla de factores. Es una forma de adecuarse al medio muchas veces, pues éste no se adecuará a nosotros. También es una forma de esconderse. Pero esta máscara no es para esconder nada. Esta máscara tiene el efecto contrario. Pretende mostrar lo que sentí en el momento. Un poco de lo que soy y lo que me representa.
Si bien es muy común ver esto del sol y la luna en decoraciones, no me importa. No pretendía hacer algo original, si no como lo dije antes, algo que me representara.
Uno de mis placeres es sentir los rayos del sol en mi cara. Siento una gran energía que se transmite y se introduce en mí. Por un instante olvido las cosas malas o desagradables. Me siento en paz. Aunque esa sensación dure 5 segundos (luego me quito del sol, porque si no me expondría a un cáncer y no es la idea), son los 5 segundos más felices.


Y, ¿por qué si ha de encantarme el sol, también prefiero la luna? Porque la luna tiene un efecto completamente distinto. Una distinta forma de brindarme paz. Siento que es un ser/ente que cuida de mí allá arriba. No me considero una persona creyente, o mejor dicho no profeso religión alguna, pero sí creo en una fuerza superior a nosotros y a todo lo que podamos imaginar, que nos vigila. No está allí para decirnos qué está bien o qué está mal, pero observa nuestro comportamiento, nuestro alrededor, ilumina en la oscuridad de la noche nuestro camino.

martes, 15 de abril de 2014

Algo diferente

Creo recordar (quizás no a la perfección) lo que me inspiró a hacer una especie de degradé en rosado, con negro, imágenes recortadas de revistas, etc.

Realmente no esperaba que una de mis primeras "actividades universitarias" fuera un trabajo libre sobre un pliego de cartulina. Sentí que volvía a esos años de básica, o del jardín incluso, cuando dibujábamos a nuestra familia, yo les pintaba la piel naranja o rosada, porque en ese entonces a nadie se le había ocurrido hacer los lápices color "piel". A mis perros los pintaba morados. No parecían perros.

Pintar, dibujar, suele ser muy "relajante", o desestresante, y hay quienes lo hacen habitualmente, pero hay quienes no sabemos "hablar" con las imágenes.

En ese momento me sentí pequeña. Me sentí "rosada". El rosa no es mi color predilecto, porque mi prejuicio me indica que es sinónimo de niña tonta. Pero no me sentí tonta por utilizarlo. Una compañera indicó que "le parecía tierno". Estamos en una carrera que de por sí es súper "tierna". Todos llegamos por diversos motivos a ella, consideramos diferentes factores, algunos demoraron más tiempo en decidirse, otros no tuvieron que indagar a fondo de qué trataba, porque el simple hecho de leer alguna descripción vaga por internet de la carrera, les fue razón suficiente para irse por este camino.

Volviendo a lo de la cartulina y su contenido, omití algunas cosas en el momento. Vi una imagen de publicidad que aludía a unas vacaciones en Brasil y recordé a alguien... No me molesta recordar, de hecho tengo bonitos recuerdos de esa persona, que me, me hizo crecer, y en su momento me hizo feliz. Aun así, preferí omitir. Corté la imagen y todo, pero no quise incluirla, porque si se daba la instancia de explicar lo que pusimos en la cartulina, no iba a mencionarla.

En fin...

¿Qué más? Vi una imagen con comida: frutas, té, panes, cositas ricas, etc, y recordé que tenía hambre. La pegué. Luego vi la de un edificio alto, y lo relacioné con crecer. Estar en la universidad, un mundo nuevo, significa crecimiento. Tomar decisiones que nos llevaron aquí. Seguir nuestro camino porque consideramos indicado para nosotros.
Cometí el error en algún momento previo a la PSU, resultados, postulación, etc, de decir que no estaba segura si estudiar esto que tenía "decidido" desde 2do medio, mis padres quedaron con cierta incertidumbre, comenzaron a persuadirme para que me tomara un año y estuviera al cien por ciento segura de lo que quería. Pero este pequeño error, finalmente, me sirvió para reafirmar mis ideas, y reafirmarle a los demás que "esto es lo que quiero", y fin de la discusión.

Agregué un signo de pregunta por dos motivos: no sabía qué más poner para rellenar el espacio que quedaba, y en el sentido más profundo, no sabía lo que venía. Aun no lo sé. Nunca lo sabré, y prefiero ir viviendo cada experiencia, momento, sin saber lo que vendrá después. La emoción de las sorpresas, no tiene precio.

domingo, 6 de abril de 2014

Huellas.

Hace un mes entramos a la universidad. Ha sido un mes lleno de vivencias, aprendizajes, risas, llantos, emociones, sentimientos...
Quise empezar este año sin mayores expectativas, porque es de saber que cuando esperas mucho de algo o alguien, aquello no termina siempre bien, sin embargo siempre nos vemos susceptibles a generar estas expectativas. Pero hice mi mayor esfuerzo por no hacerlo, y definitivamente fue lo mejor, porque así disfrutas más.
Si bien somos jóvenes y buscamos "disfrutar el momento", vivir el día a día, no hay nada de malo en pensar en un mañana. En quién queremos ser, cómo lo vamos a hacer. Pensar en las consecuencias de nuestros actos, etc.
Todos buscan dejar una huella en este mundo (de alguna u otra forma), algunos dejan una buena huella, otros pasan desapercibidos, otros tantos ni siquiera lo intentan, sólo quedan con las ganas.
Pensando más en las "ocupaciones", término que empecé a conocer recientemente, me di cuenta que tengo muchas ocupaciones, las cuales yo consideraba simple actividades, pero considerando la importancia que tienen para mí, son ocupaciones. Me ocupan tiempo, me desgastan, pero el gusto lo vale más.

Un poco de mi historia...
Los sábados son días de mucho cansancio para mí. Pero hago lo que más me gusta, rodeada de gente increíble. Mis sábados "Musicales"... Ensayo de 15:00 a 18:00 horas en Santiago Centro, con la Orquesta Tamen, para luego correr con algunos de ellos a Quilicura. Nuevamente ensayo, de 19:00 a 22:00 horas, con la Orquesta Estudiantil de Quilicura.
Si bien en Quilicura fueron mis inicios, y sigo pasándolo igual de bien (aunque muerta a esas horas, después de un día maratónico!), Tamen tienen un mayor significado, porque no sólo nos juntamos a hacer música, si no que lo hacemos con un propósito. "Lograr que la música sea una epidemia musical". Y vamos paso a paso construyendo ese camino... Abriéndonos a lo que se venga. Partió como una "junta de amigos que querían juntarse a tocar, porque la orquesta dónde estaban estaba momentáneamente fuera de servicio, por el tema de las tomas de colegios", y ahora, es algo muy grande que no para de crecer, por ende, de los miembros originales quedan como 6, y somos alrededor de 60.
¿Y qué tiene que ver la música con ser "Terapeuta Ocupacional"?
Para mí tiene mucha relación... Porque la música está con nosotros siempre. Tiene que estarlo. Ya sea la música envasada, el canto de las aves, las olas del mar, el maullido de un gato, la voz de alguien... todo es música, y muchas veces logra ser nuestra compañera de aventuras, representa nuestros estados anímicos, sube nuestro humor. Son detalles, que yacen sobrevalorados por el común de la gente. De lo contrario, ¿para qué son nuestros oídos?, ¿para qué sirve nuestra voz?, ¿hacemos uso correcto de ellos?... Hay quienes no pueden escuchar todas las maravillas que nos entrega la naturaleza. Así mismo, hay quienes no pueden hacerse escuchar. Quisiera ser de alguna forma, el oído y voz de aquellos.